Sinergias y complementariedad entre la agroecología y la UNDROP: El ejemplo de Brasil
Foto: MST (Brasil)
Este artículo tiene el objetivo de ilustrar las sinergias y complementariedades entre la agroecología y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y Otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales (UNDROP), a través del ejemplo de Brasil.
¿Qué queremos decir realmente con agroecología? En resumen, se podría decir que la agroecología es un proyecto de vida, de armonía con la naturaleza. Sin embargo, ahora también hay muchas reinterpretaciones de este concepto. La agroecología parece haberse puesto de moda en todo el mundo, especialmente después de que el brasileño José Graziano da Silva, como Director General de la FAO, abriera «una ventana en la catedral de la Revolución Verde» a través de dicho concepto. ¿Cuál es el problema de que un término esté de moda? Que la gente intenta usarlo para casi cualquier cosa. Si, por ejemplo, la agroecología se reduce a la ciencia, entonces existe el peligro de descuidarla como práctica agrícola y como movimiento social. ¡Podríamos imaginarla entonces como algo que surge más de la actividad académica! Así se reduce a una materia de ciencia agrícola, y podría también llamarse de otra manera.
Para nosotros, sin embargo, la agroecología es ante todo una práctica agrícola. Y si la agroecología puede ser un camino hacia la soberanía alimentaria, entonces debemos preguntarnos claramente si esto es con o sin el campesinado. Después de todo, la agroecología surgió en América Latina como una respuesta campesina a los efectos negativos de la llamada Revolución Verde. Por lo tanto, las y los campesinos deben tener un papel central en la agroecología.
La UNDROP afirma claramente la obligación de los Estados de promover la producción agroecológica (Artículo 16.4), de adoptar medidas apropiadas para la conservación y el uso sostenible de la tierra y de los recursos naturales a través de la agroecología (Artículo 17.7), y de proteger y promover los conocimientos tradicionales de las comunidades rurales, en particular las prácticas agroecológicas esenciales para conservar y utilizar de manera sostenible la biodiversidad (Artículo 20.2). También defiende el derecho de las y los campesinos y otras personas rurales a recibir formación adecuada adaptada a sus contextos agroecológicos, socioculturales y económicos específicos (Artículo 25.1).
La soberanía alimentaria –consagrada como derecho de los pueblos rurales en el Artículo 15.4 de la UNDROP– trata sobre la producción de alimentos. La agroecología se centra en el campesinado y, en consecuencia, en la agricultura. Sin embargo, la agricultura no debe reducirse a la economía. La agricultura también es cultura, es decir, agri-cultura. Y la cultura es conocimiento. Es alimento. Es historia. ¡Y es vida! Y aquí es donde entra en juego el problema de la ciencia agrícola. Es necesario recordar que las y los campesinos y los pueblos indígenas aún ven el mundo como un todo. Cuando un campesino cultiva todo tipo de plantas, ¡también es porque puede alimentarse de ellas! Es importante darse cuenta de que las y los campesinos han existido por 10,000 años y que muchos de ellos y ellas han logrado ser autosuficientes.
Entonces, si todo lo demás sale mal, ¡esta población aún tiene su propia comida! Es la única profesión que puede reclamar esto. ¿O acaso un zapatero comerá zapatos, por ejemplo? ¿O un sastre comerá ropa? No. Solo el campesinado tiene esta autonomía. ¿Pero qué significa eso? Debe significar que este sector decida qué se produce, quién lo produce, para quién se produce, cómo se produce (algunas personas piensan que la agroecología solo trata sobre el «cómo») y por qué se produce algo.
Si controlamos las respuestas a estas cinco preguntas (es decir, qué, quién, para quién, cómo y por qué), entonces tenemos soberanía alimentaria. Es poder local. Es autodeterminación. ¿Puede la agroecología ayudar a fortalecer los derechos campesinos y la soberanía alimentaria? ¡Sí, puede!
Presentaré diez razones por las que el campesinado y todos los pequeños productores de alimentos deberían practicar la agroecología en Brasil y en otros países, y establecer vínculos con los derechos establecidos en la UNDROP.
1. La agroecología reduce los costos de producción en la agricultura. Ya hemos visto que los costos operativos se reducen hasta en un 40 por ciento en la agricultura orgánica. Esto contribuye directamente a un aumento en el ingreso final para el campesinado, en línea con el derecho a un ingreso digno reconocido en el Artículo 16 de la UNDROP.
2. La agroecología aumenta la conservación de los recursos naturales. En 1713, Hans Carl von Carlowitz escribió un libro titulado Sylvicultura Oeconomica. Carlowitz creía que la sostenibilidad significaba no extraer más madera de un bosque de la que este pudiera regenerar. Esta idea de que los silvicultores no deben sacar más de un bosque de lo que puede volver a crecer es la misma que la de los pescadores que saben que no deben capturar más peces de los que la naturaleza puede reponer. ¡Esto corresponde a la filosofía de sostenibilidad de la mayoría de los pueblos indígenas!
¿Por qué es relevante este ejemplo para la agroecología? Porque la idea de la agroforestería nos permite ir más allá de la agroecología. Pienso que el modelo que más se acerca a la naturaleza es el bosque. Pero, por favor, ¡no monocultivos de pino o eucalipto! Los bosques son diversos. Y la agricultura industrial no puede utilizar los recursos naturales de manera sostenible. Según este modelo, todo debe producirse lo más rápido y en la mayor cantidad posible. Así, la naturaleza se sobrecarga y se destruye. ¿Y qué pasa entonces? Entonces se hacen inversiones en otros lugares. Conservar los recursos naturales significa considerar el agua, el suelo y la vida en el suelo como esenciales para la agricultura, que también son derechos campesinos establecidos en los Artículos 17 (derecho a la tierra), 18 (derecho al medio ambiente) y 21 (derecho al agua) de la UNDROP. Toda familia campesina quiere que su hijo, nieto y bisnieto continúen cultivando. Así, no necesariamente pensarán que están plantando un árbol para usarlo de inmediato. En 100 años, puede ser su nieto quien lo use. Esa es la idea detrás de preservar los recursos naturales. ¡Una agricultura adecuada para los nietos!
3. La agroecología es capaz de recompensar mejor el trabajo de las personas en las zonas rurales. Pero ¿cómo se puede lograr esto? En primer lugar, el uso de tecnología agrícola que ahorra trabajo aumenta la cantidad de tiempo no laboral, porque la dependencia de la naturaleza significa que el tiempo de producción en la agricultura está separado del tiempo de trabajo necesario. Si se requiere menos trabajo para la producción pero el tiempo de espera hasta la cosecha sigue siendo el mismo, esto crea tiempo libre o más tiempo para otras actividades. ¿Y cómo usarán las familias campesinas este tiempo? Como mínimo, la producción tendrá que diversificarse. Con agroecología, es imposible practicar monocultivo. El éxito de la agroecología está, por lo tanto, estrechamente ligado al concepto de multifuncionalidad en la agricultura, lo que significa que se puede pagar más por el trabajo. Una mejor remuneración por el trabajo significa que las y los campesinos finalmente reciben más por su esfuerzo. Normalmente ni siquiera incluyen estos costos. ¿Pero no es precisamente el trabajo lo que crea el valor de los bienes? ¿Y si preservas la naturaleza, no deberías recibir más por ello? ¡Sí! Ya hay lugares en el mundo donde las y los campesinos son recompensados por esto. Son remunerados por la sociedad porque, por ejemplo, una agricultura amigable con la naturaleza significa menores costos para la salud pública. Cada comunidad puede hacer esto. Si usamos menos pesticidas, si evitamos los transgénicos, tendremos menos problemas de salud y menores gastos públicos. Entonces, sí: es posible remunerar mejor a quienes trabajan con la agroecología, de acuerdo con el Artículo 16 de la UNDROP, que protege el derecho de las y los campesinos a un ingreso digno y a un nivel de vida adecuado. Pero eso requiere más conocimiento, y ese es otro desafío. El tiempo liberado por la agroecología también puede dedicarse a desarrollar conocimiento.
4. La agroecología es una forma de optimizar los ecosistemas agrícolas. Es posible reducir los insumos externos en la agricultura a través de la agroecología. Con la agroecología, la producción es cada vez más local y en ciclos cerrados con menos desperdicio de energía, reduciendo la dependencia de largas rutas de transporte. Esto reduce el impacto negativo en el medio ambiente, en línea con el Artículo 18 de la UNDROP. Con la agroecología es posible reducir la erosión, el lavado del suelo y la desertificación.
5. La agroecología permite aumentar la producción, lo cual es importante para cumplir con los Artículos 15 y 16 de la UNDROP. Por ejemplo, mediante el policultivo, que prospera particularmente bien en climas tropicales. En Brasil, por ejemplo, cultivar maíz y frijoles en el mismo campo finalmente rinde más que solo maíz. El policultivo produce mayores rendimientos en la misma superficie de tierra. La intensificación ecológica es una solución, especialmente en países con tierras cultivables limitadas. Y esta solución ya se practica en muchos lugares, incluso por la FAO. Eso nos da una ventaja. Pero debemos tener un poco de cuidado, porque la productividad puede disminuir en los primeros años. Primero debe restablecerse el equilibrio. Es necesario acumular humus en el suelo y priorizar plantas con raíces diversas que permitan circular agua, aire y materia orgánica. Entonces el suelo se regenerará. En estos primeros años, los gobiernos deberían ayudar a las y los campesinos. Porque a corto plazo, la agroecología puede llevar a una baja productividad. Pero a mediano y largo plazo, puede realmente producir más que el modelo industrial. Hay muchos informes de campesinos en Brasil que ya lo han demostrado.
6. Jóvenes y mujeres son protagonistas en el proceso agroecológico. Y eso es muy importante cuando se trata de los derechos de las personas en las zonas rurales y su futuro. Entonces, cuando hablamos de campesinado, también debemos hablar de jóvenes –y especialmente de jóvenes mujeres campesinas– de acuerdo con el Artículo 4 de la UNDROP sobre los derechos de las mujeres rurales.
7. Hay otro aspecto de la pequeña agricultura que es consistente con el concepto de agroecología: es la relación especial que las familias campesinas tienen con el conocimiento. Las familias campesinas intercambian sus descubrimientos, comparten su conocimiento, lo transmiten. En lugar de guardarlo para sí mismos, las y los campesinos difunden su conocimiento dentro de una comunidad, y al hacerlo cumplen con el Artículo 26 de la UNDROP sobre el derecho a la cultura y al conocimiento tradicional.
8. Hay varias formas de hacer la transición hacia la agroecología, y los Estados deben tomar medidas apropiadas para garantizar que sus programas y políticas contribuyan efectivamente a la transición hacia modelos agrícolas sostenibles, como lo estipula el Artículo 16.4 de la UNDROP. La agroecología puede servir como un paraguas bajo el cual se promueven diversas formas de agricultura –muchas de las cuales aún no conocemos porque todavía no hemos entrado en contacto con muchos pueblos indígenas que practican la agricultura. Este tipo de agricultura puede señalarse como parte de lo que solemos llamar «agroecológica». Es un tipo que podría describirse como tradicional, pero no es solo eso. También es innovadora. Y nos ayudará a alcanzar estas 10 metas que presentamos aquí, y a realizar la soberanía alimentaria.
9. Una innovación importante que necesitamos implementar es garantizar el acceso a los mercados (consagrado en los artículos 2.6e y 16.3 de la UNDROP) – junto con la educación sobre los mercados (artículo 25) y la información (artículo 11). En el pasado, las y los campesinos no pudieron lograr esta innovación por sí mismos. Pero tenemos buenos ejemplos de esto en Brasil con programas gubernamentales. Por ejemplo, con el programa de comidas escolares y las compras públicas, a través de las cuales los alimentos se compran directamente a organizaciones campesinas locales y regionales. Estas iniciativas llevaron a que Brasil fuera retirado del mapa del hambre de la ONU en 2014. Sin embargo, después de seis años de gobiernos conservadores que desmantelaron estas políticas, el hambre regresó en cifras alarmantes en 2022, con más del 15% de la población sufriendo hambre aguda –¡la mayoría en áreas rurales! Más recientemente, gracias a los esfuerzos renovados del gobierno actual, Brasil volvió a ser retirado del mapa del hambre en 2025.
Estos mercados institucionales apoyan la transición agroecológica. La organización entre campesinos y consumidores también permite que los alimentos orgánicos lleguen a las mesas de la gente, lo cual es un elemento de soberanía alimentaria. Entonces, no se trata solo de seguridad alimentaria, porque la seguridad alimentaria puede significar que alguien más te alimente. Por supuesto, si alguien pasa hambre, debe recibir alimentos. Pero eso es una emergencia. Nadie debe depender de eso. Sería aún peor hacer que las familias campesinas dependan de ello. Si podemos producir, procesar y comercializar alimentos lo más cerca posible de donde se producen, las familias campesinas también estarán mejor alimentadas. Y eso ya aumenta la soberanía alimentaria. Cuando producen para la región, también aumenta la disponibilidad de alimentos locales. Eso es lo que puede lograr la agroecología. La seguridad alimentaria significa la disponibilidad de alimentos en términos de cantidad, calidad y regularidad a lo largo del año. ¡Pero eso no es todo! También debemos saber ¿quién producirá estos alimentos? ¿Qué tipos de alimentos se producirán? ¿Con qué tecnología? ¿Con el uso de pesticidas y de ingeniería genética, o no? La agricultura sin personas tampoco es agroecología. La agroecología es agricultura con personas y para personas en armonía con la naturaleza.
10. Pero para hacer esto, debemos usar los últimos hallazgos científicos. Pero cuidado: hay intereses detrás de la ciencia moderna. ¡No es neutral en valores! Cuando se trata de ciencia que sirve a la agroecología, debemos recordar que sin la ciencia moderna que hemos tenido hasta ahora, la industrialización de la agricultura no hubiera sido posible. Así que no es inocente. La ciencia que debe servir a la agroecología debe ser diferente. Debe depender del contexto y ser transdisciplinaria, uniendo el conocimiento tradicional y el científico.
Esta ciencia no debe ser opresiva ni prejuiciosa, y sobre todo, no debe desplazar a las personas de su tierra y su hogar. Debemos evitar esto, así como pandemias, hambrunas, crisis climáticas –todo eso. La verdadera respuesta a esto está conectada con nuestra comida, la comida adecuada y la soberanía alimentaria.
La agroecología trata sobre alimentos reales producidos por campesinos, agricultura orgánica y pueblos tradicionales. La UNDROP refuerza los múltiples principios de la agroecología y la soberanía alimentaria. Confirma la primacía de los derechos campesinos y otras comunidades rurales, y recuerda a los Estados su obligación de respetar, proteger y cumplir con estos derechos. ¿Por qué es importante? Porque queremos que la humanidad siga existiendo después de nosotros.