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Manifestaciones campesinas en Europa

Reproducimos aquí un artículo escrito por Christophe Golay que vincula las actuales protestas campesinas en Europa con los derechos contenidos en la UNDROP. Este artículo se publicó originalmente en inglés en el sitio web del Geneva Graduate Institute el 6 de febrero de 2024. Al final de la página, también incluimos una lista de artículos y comunicados de prensa, en particular de la Coordinadora Europea Vía Campesina, relativos a estas protestas y a las reivindicaciones de lxs campesinxs.

Estas protestas son el signo innegable de una violación masiva y generalizada de los derechos campesinos en Europa, provocada por un sistema neoliberal en crisis perpetua. «Defendiendo los Derechos Campesinos» se une a lxs campesinxs para reclamar un cambio profundo del sistema, única forma de garantizar precios justos y buenas condiciones de trabajo. Denunciamos asimismo cualquier explotación de las protestas por parte de la extrema derecha o de dirigentes sindicales que ya no representan los intereses de lxs campesinxs, sino únicamente los de los industriales y la gran distribución.

Derechos y revueltas de lxs campesinxs

Christophe Golay, Investigador principal, Academia de Derecho Internacional Humanitario y Derechos Humanos de Ginebra, Profesor visitante Geneva Graduate Institute

Los campesinos y campesinas se manifiestan en muchas partes de Europa1 para exigir su derecho a vivir dignamente, con precios justos por sus productos y una remuneración adecuada por su trabajo. Rechazan los acuerdos de libre comercio y piden a los gobiernos y a la Unión Europea (UE) que les presten más apoyo.

En Europa, como en el resto del mundo, los campesinos y las campesinas se ven desproporcionadamente afectados por la inseguridad alimentaria y la pobreza. La tasa de suicidios también es mucho más alta en este sector mas que en otras profesiones. El principal instrumento de la UE para ayudarles es la Política Agrícola Común (PAC).

La PAC representa el 31% del presupuesto de la UE, lo que significa que cada año se destinan 55’000 millones de euros para apoyar la agricultura. Es una cantidad enorme. Sin embargo, esta suma está injustamente repartida. Sólo el 20% de los productores recibe el 80% del presupuesto de la PAC. La decisión de calcular la ayuda financiera en función del tamaño de la explotación -en lugar del número de personas que trabajan en ella- está conduciendo a una creciente concentración de las explotaciones. Entre 2005 y 2020, el número de explotaciones en la UE se reducirá en un 37%, siendo las pequeñas explotaciones las que experimentarán el mayor descenso. Esta situación también está provocando una reducción de la diversidad de los productos agrícolas y una mayor pérdida de biodiversidad.

Afectados por la competencia de productos importados de otros continentes y vendidos en Europa a bajo precio, y sometidos a la presión de diversos intermediarios, los campesinos y campesinas tienen que vender a menudo sus productos por debajo de los costes de producción. También se ven presionados para pasarse a la agricultura ecológica -el objetivo es que el 25% de las tierras agrícolas de la UE se dediquen a la agricultura ecológica de aquí a 2030 (objetivo del «Green Deal» europeo) – sin contar con el apoyo suficiente para hacer la transición y cosechar los beneficios. Esta situación explica en parte la actual lucha por sus derechos.

En las Naciones Unidas (ONU), esta lucha por los derechos de los campesinos y campesinas comenzó en 2008 en Ginebra, cuando La Vía Campesina propuso su «Declaración sobre los Derechos de los Campesinos y Campesinas» en respuesta a la crisis alimentaria mundial de 2008. La Vía Campesina es el mayor movimiento social transnacional, que representa a más de 250 millones de campesinos en más de 80 países. Su llamamiento en favor de una declaración de la ONU sobre los derechos de los campesinos y campesinas ha recibido el apoyo de varios Estados, ONGs y numerosos expertos. Tras 6 años de negociaciones en el Consejo de Derechos Humanos, la Asamblea General de la ONU aprobó el 17 de diciembre de 2018 la Declaración sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales (UNDROP). En octubre de 2023, el Consejo de Derechos Humanos estableció un Grupo de Trabajo de la ONU formado por cinco expertos independientes para promover y monitorear la implementación de UNDROP.

La UNDROP consagra muchos derechos esenciales para responder a la crisis actual, como el derecho a la alimentación, a la soberanía alimentaria, a precios justos, a salarios adecuados, a la seguridad social, a las semillas, a la tierra y a otros recursos productivos. También incluye una serie de disposiciones en virtud de las cuales los gobiernos se han comprometido a apoyar a los campesinos y campesinas en su transición hacia la agroecología y la agricultura orgánica. La UNDROP y el derecho a la alimentación proporcionan una sólida base jurídica para una transición justa hacia sistemas alimentarios sostenibles en Europa.

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