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Evento paralelo en el Consejo de Derechos Humanos: Derechos campesinos y de los trabajadores rurales en tiempos de crisis múltiples

El presente artículo fue publicado originalmente en el sitio web de South Centre

El 15 de marzo de 2023, en el Palacio de las Naciones, tuvo lugar un evento paralelo titulado “Respetar, proteger y hacer efectivos los derechos de las y los campesinos y de otras personas que trabajan en las zonas rurales” en el marco del 52º período ordinario de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. El evento paralelo fue coorganizado por las Misiones Permanentes del Estado Plurinacional de Bolivia, Honduras, Cuba, Sudáfrica, y Luxemburgo, asi como del South Center, La Vía Campesina, Centre Europe-Tiers Monde (CETIM), FIAN Internacional y la Academia de Derecho Internacional Humanitario y Derechos Humanos de Ginebra, con el apoyo de otros socios.

El objetivo de este evento paralelo era crear conciencia sobre las contribuciones de las y los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales para hacer frente a las múltiples crisis actuales, y debatir las medidas que pueden adoptarse a escala nacional y regional con el fin de respetar, proteger y hacer efectivos los derechos campesinos. También pretendía fomentar una mayor colaboración para la aplicación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales (UNDROP), y poner de relieve la iniciativa de crear un nuevo Procedimiento Especial de las Naciones Unidas sobre esta cuestión.

Raffaele Morgantini, del CETIM, dio la bienvenida a los participantes en el evento paralelo y destacó el importante papel que las y los campesinos y las comunidades rurales habían desempeñado en la adopción de la UNDROP en 2018, promovida especialmente por La Vía Campesina. La UNDROP fue apoyada por muchos países en desarrollo; Portugal y Luxemburgo fueron los únicos países de la Unión Europea que también apoyaron la adopción de la Declaración en 2018. La implementación de la Declaración a nivel nacional e internacional podría contribuir a hacer frente a las múltiples crisis actuales. El aumento de las crisis ecológicas y sociales, la concentración del capital y el poder, además de las crisis sanitarias, están favoreciendo los sistemas antidemocráticos y repercutiendo en la vida de las y los campesinos y demás trabajadores de las zonas rurales, especialmente en los países en desarrollo. La UNDROP ofrece posibles soluciones a estos problemas, entre ellas la elaboración de una hoja de ruta común para sistemas agroecológicos justos y sostenibles.

S.E. Freddy Mamani, viceministro de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia, intervino a través de un mensaje de vídeo, haciendo énfasis en la visión estructural de cuestiones como la crisis alimentaria mundial, que ha llevado a 190 millones de personas a vivir en una situación de inseguridad alimentaria aguda, lo que supone un riesgo de aumento de las hambrunas. El sistema económico mundial basado en el extractivismo ha provocado una agudización del hambre en el mundo. Debido al creciente poder de las grandes empresas transnacionales, se están limitando los derechos campesinos, como el acceso a la tierra, las semillas y el agua. Las injustas condiciones estructurales están acentuando la acumulación de poder y capital, mientras que la violencia y la desigualdad estructural, que son la base de estos entornos injustos, están dando lugar a violaciones generalizadas de los derechos humanos. Es necesario incluir a los pueblos vulnerables y eliminar las lagunas existentes en materia de protección de los derechos humanos, especialmente en las zonas rurales. Garantizar el acceso a las semillas, la tierra y la tecnología es esencial para alcanzar los objetivos de la justicia climática. La UNDROP es el resultado de negociaciones inclusivas, que incorporan movimientos campesinos mundiales cuyos esfuerzos e importancia deben ser reconocidos. Ahora, es necesario avanzar en la implementación de la UNDROP, que puede apoyar la lucha contra la pobreza y la discriminación. Las y los campesinos no pueden quedarse atrás en la recuperación y el desarrollo sostenible. El viceministro concluyó haciendo un llamado a los países para que trabajen en la socialización e implementación de la UNDROP.

A continuación, Marcela Arias, de la Misión de Honduras, habló de cómo las múltiples crisis sociales y económicas, sumadas a los efectos de la pandemia del COVID-19, han incrementado la pobreza. El cambio climático está empeorando las cosas para muchas comunidades rurales, que ya estaban sufriendo. Honduras cuenta con un importante número de campesinas/os, y el gobierno ha estado tomando medidas para reducir su vulnerabilidad en cuanto a la tenencia de la tierra y revertir las violaciones de los derechos humanos cometidas en el pasado. También se están aplicando medidas estructurales para aumentar la soberanía alimentaria, que suponen otorgar más derechos y dignidad a las y los campesinos. Expresó el compromiso de Honduras de trabajar conjuntamente por el ejercicio de los derechos humanos para todas/os, incluidos el derecho al desarrollo y los derechos económicos, sociales y culturales, y de contribuir a la ejecución efectiva del mandato de la UNDROP.

El Dr. Carlos Correa, director ejecutivo del South Centre, habló sobre el trabajo del South Centre en apoyo de la UNDROP y su implementación. El Dr. Correa expresó su apoyo a la creación de un nuevo Procedimiento Especial de la ONU para la implementación de la UNDROP, y cómo éste puede ayudar a hacer realidad los derechos fundamentales, incluido el derecho a la tierra. El Dr. Correa señaló la importancia de reconocer el papel de las mujeres campesinas y afirmó que el acceso a las semillas y la preservación de los saberes tradicionales de las y los campesinos son vitales para el ejercicio del derecho a la alimentación. Sin embargo, las prácticas agroindustriales y las leyes han impuesto limitaciones a las prácticas tradicionales campesinas, especialmente a la práctica ancestral de guardar y reutilizar las semillas. El Dr. Correa hizo énfasis en las restricciones que pesan sobre los derechos de las y los campesinos a utilizar semillas, como por ejemplo a través de la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV) o de las patentes, y señaló que, paradójicamente, en algunos países europeos y en Suiza las leyes de patentes permiten excepciones más amplias que las que existen en muchos países en desarrollo. Por ello, es importante implementar la UNDROP a todos los niveles y trabajar con todas las partes interesadas para eliminar las restricciones a los derechos campesinos. En cuanto al acceso a las semillas, las y los campesinos y demás trabajadores de las zonas rurales deben tener libertad para preservar su soberanía alimentaria.

Zainal Arifin Fuat, en representación de Serikat Petani Indonesia/La Vía Campesina, afirmó que el actual paradigma de desarrollo extractivo está ahondando las brechas y las desigualdades. El conflicto en Ucrania está repercutiendo en la seguridad alimentaria, mientras que la excesiva dependencia de las importaciones de cereales alimentarios está aumentando el hambre en los países en desarrollo. El problema no es la falta de alimentos, sino el sistema especulativo de comercio que restringe el acceso a los mismos. La puesta en marcha de la UNDROP constituye una oportunidad para corregir estos problemas. El Relator Especial sobre el derecho a la alimentación ha destacado que los gobiernos no están respondiendo con prontitud a las crisis alimentarias. Los gobiernos deben crear un plan de acción y un procedimiento de cooperación concretos para hacer frente a la crisis alimentaria. Es vital apoyar a las y los campesinos de los países en desarrollo y aumentar la inversión en agricultura sostenible y en sistemas alimentarios locales y regionales para disminuir la dependencia de las importaciones y mejorar la seguridad alimentaria. Es necesario garantizar los derechos de las personas vulnerables y crear un nuevo proceso para implementar la UNDROP, que puede ayudar en la transición de un sistema basado en el lucro a un sistema centrado en las personas.

A continuación, intervino Svetlana Boinceau, de la Unión Internacional de los Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines (UITA), que representa a las y los trabajadores de toda la cadena alimentaria. Destacó que el sector agrícola emplea al mayor número de trabajadores asalariados del mundo y, sin embargo, muchos de ellos padecen hambre y malnutrición. A pesar de haber sido designados como trabajadores esenciales durante la pandemia, no recibieron la protección adecuada. La legislación laboral no las y los ampara ni se aplica correctamente, con lo cual no se respetan sus derechos. Todas las normas nacionales e internacionales disponibles tienen excepciones que acaban excluyendo a las y los trabajadores agrícolas y dejándolos sin protección jurídica. La UNDROP es un instrumento útil, pero debe implementarse en su totalidad para mejorar la situación de las y los trabajadores. Resulta especialmente urgente, ya que el cambio climático está empeorando las condiciones del trabajo agrícola.

Saúl Vicente Vásquez, representante del Consejo Internacional de Tratados Indios (CITI), también intervino a través de un mensaje de vídeo. Destacó que hay unos 476 millones de indígenas en todo el mundo, entre ellos muchas mujeres y jóvenes. Se enfrentan a graves amenazas, y la contaminación está empeorando su situación. Las y los campesinos se están viendo afectadas/os por la degradación de sus tierras y el aumento de la deforestación, lo que está provocando una mayor pérdida de biodiversidad. La agricultura no es sostenible si depende de la deforestación, como ocurre en algunos países latinoamericanos. Las y los campesinos y las y los trabajadores rurales contribuyen a mantener la biodiversidad, el desarrollo rural y la preservación de los derechos culturales, ya que para ellos la tierra y el agua forman una unidad indivisible. La apropiación privada de la tierra es inimaginable en estos contextos. Por ello, hizo un llamado a seguir acudiendo al conocimiento tradicional para revivir los ecosistemas dañados.

Christophe Golay, de la Geneva Academy for Human Rights and Humanitarian Law, reiteró su apoyo a la creación de un nuevo Mecanismo Especial bajo los auspicios del Consejo de Derechos Humanos para garantizar la aplicación efectiva de la UNDROP. Asimismo, informó del lanzamiento de un nuevo sitio web sobre la defensa de los derechos campesinos y la promoción de la implementación de la UNDROP (https://defendingpeasantsrights.org/).

Al finalizar las ponencias, hubo algunas intervenciones del publico.

Cuba reiteró su apoyo a la implementación de la UNDROP y señaló que los esfuerzos de las y los campesinos son fundamentales en la producción de alimentos. Es necesario hacer frente al injusto orden internacional y cambiar la estructura financiera internacional que agudiza estas crisis, considerando los riesgos que corren las comunidades campesinas frente a las múltiples crisis. Es necesario replantearse cuestiones como la deuda externa, la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), la transferencia de tecnología y el fortalecimiento del trato especial y diferenciado para los países en desarrollo.

Sudáfrica afirmó que, dada la cantidad de crisis existentes, es importante garantizar el avance de todos los derechos humanos de forma universal y sin discriminación. Los derechos campesinos guardan relación con el derecho a la alimentación y al medio ambiente, especialmente en las zonas rurales. Estos derechos también están incluidos en la Constitución sudafricana. Las cuestiones de la soberanía alimentaria, la dignidad y los derechos campesinos están interrelacionadas y deben ponerse en práctica en su totalidad.

Luego tomó la palabra Portugal y recordó que el derecho a la alimentación y los derechos de los campesinos que figuran en la UNDROP también figuran en su Constitución nacional. Por lo tanto, también apoyó la aplicación de la Declaración y la evolución de estos derechos en el Derecho internacional.

Ana María Suárez-Franco, de FIAN Internacional, dio las observaciones finales, y destacó las opiniones consensuadas en la sala sobre las repercusiones de las múltiples crisis actuales en las y los campesinos, y sostuvo que a través de la UNDROP se están aportando soluciones para una agroecología sostenible y para el planeta.

Subrayó que tener la UNDROP es bueno, pero que su aplicación a todos los niveles es clave, incluso mediante la cooperación internacional para que se tomen medidas efectivas encaminadas a proteger los derechos campesinos. Además, considera esencial la creación de un nuevo Procedimiento Especial de la ONU sobre los derechos campesinos, que debería establecerse mediante una Resolución del Consejo de Derechos Humanos. El modo fragmentado de vigilar la implementación de la UNDROP es insuficiente y puede dar lugar a lagunas en la protección de los derechos humanos. Es necesario un mecanismo específico y centrado en el cumplimiento de los derechos campesinos y de quienes trabajan en las zonas rurales, que en definitiva son los responsables de poner comida en nuestros platos.

Autor: Danish es responsable del Programa de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático (SDCC, por sus siglas en inglés) del South Centre.

Ver el video del evento paralelo (en inglés) :

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